La tercera ponencia de las Jornadas, a cargo de la Dra. Susana Sarfson -Profesora Titular de la Universidad de Zaragoza (Facultad de Ciencias Humanas de Huesca) e investigadora del Grupo de investigación Vestigium (IP Concha Lomba), entre muchas otras ocupaciones-, tuvo lugar el sábado 9 de noviembre a las 18:00 horas en el Auditorio "Arcón" de Alagón.
En primer lugar, Dña. Elena García, concejala de cultura del Ayuntamiento de Alagón, dio la bienvenida a la audiencia y nombró ciertas peculiaridades del contenido de la conferencia que en unos instantes tendríamos ocasión de conocer.
Seguidamente tomó la palabra el Director de las Jornadas, presentando a la ponente y resaltando los aspectos pedagógicos de mayor relevancia que se tratarían en la conferencia, desde las principales aportaciones curriculares del Maestro Arnaudas hasta la materialización de su trabajo en tratados de enorme éxito nacional e internacional. Leyó, por consiguiente, el siguiente texto introductorio:
"Muy buenas tardes y muy
bienvenidos a esta tercera conferencia de las “I Jornadas Musicológicas Villa
de Alagón” que tiene lugar hoy, sábado 9 de noviembre de 2019, en el Auditorio
de Alagón. Este cuarto acto, al igual que la totalidad del proyecto, se celebra
gracias al patrocinio del Excmo. Ayuntamiento de Alagón -patrocinador principal
de las Jornadas-, la Comarca Ribera Alta del Ebro, la Fundación Caja Rural de
Aragón, la Asociación Musical Villa de Alagón y la Asociación Cultural Alagonesa
de Estudios Locales; amén de la colaboración de la Institución “Fernando el
Católico” y del Cabildo Metropolitano de Zaragoza. “Miguel Arnaudas, maestro
de maestros”, título de la presente ponencia que no podría ser más ilustrativo
para condensar en unas pocas palabras la labor pedagógica del músico alagonés.
La docencia fue una de sus muchas ocupaciones profesionales a la que dedicó más
tiempo y esfuerzo, sobre todo a partir de su retorno a la capital aragonesa en
1896, tras haber desempeñado durante un lustro -desde 1891 hasta 1896- el cargo
de organista en la catedral de Salamanca y pasar a ejercer el magisterio de
capilla en la catedral de El Salvador de Zaragoza. La
conferenciante de esta tarde, la Dra. Susana Sarfson, Doctora en Filosofía y
Ciencias de la Educación por la Universidad de Zaragoza, es Profesora Superior
de piano y clavicémbalo, licenciada en filología hispánica y diplomada en
pedagogía Kodaly. A lo largo de su trayectoria ha recibido distintos premios
como intérprete y ha desarrollado una amplia actividad internacional de investigación
y docencia en 21 países, siendo sus principales líneas de investigación la
recuperación del patrimonio musical y su didáctica y las vinculaciones entre
literatura y música. En la actualidad, es miembro del Grupo de Investigación de
Referencia “Vestigium”, Profesora Titular universitaria en la Facultad de
Ciencias Humanas y Educación de Huesca e investigadora del Instituto
Universitario de Investigación en Patrimonio y Humanidades, perteneciente a la
Universidad de Zaragoza. Asimismo, es también miembro de la International Society of Music Education y
de la Sociedad Española de Musicología. ¿Cuáles son las cuatro partes de
la Memoria explicativa del plan, método y
procedimientos para la enseñanza de la
Música; y sus ideales filosófico-musicales? ¿Qué características y
contenido definen su Tratado de Música
para las Escuelas Normales? ¿Cómo influyeron las publicaciones periódicas
docentes y los cancioneros en la educación musical del periodo? Para conocer todos estos aspectos, dispongámonos a escuchar atentamente a la Dra. Sarfson".
Tras su lectura, tal y como viene siendo habitual, agradeció el trabajo de D. Emilio Gracia en la difusión del proyecto y la tarea de D. José Ignacio Iguarbe, fotógrafo y autor de todos los dípticos y carteles de las Jornadas.
La Dra. Sarfson dio comienzo a su ponencia ofreciendo numerosos datos de Miguel Arnaudas en relación a su etapa catedralicia, tales como el conocimiento en el canto llano que adquirían los infantes desde su ingreso en las escolanías y cómo algunos de éstos continuaban su formación e ingresaban mediante oposición en las organistías o magisterios de capilla (siendo puestos realmente codiciados). Asimismo destacó su etapa de segundo organista en El Pilar, sus años de tañedor en Salamanca y su puesto de maestro de capilla en La Seo desde 1896 hasta 1919. En alusión a este último cargo, incidió en la enorme carga de trabajo que conllevaba el desempeño del magisterio de capilla catedralicio, pues además de componer con elevada frecuencia siguiendo el calendario litúrgico en latín, principalmente, o en español -en menor medida-, el maestro de capilla debía regir la música en el templo y acometer la formación musical de los infanticos.
En 1908, mientras desarrollaba su magisterio musical catedralicio, el Maestro Arnaudas obtuvo por oposición la plaza de Profesor de Música de la Escuela Normal Superior de Maestros de Zaragoza con un trabajo de 187 páginas manuscritas titulado Memoria explicativa del plan, método y procedimientos para la enseñanza de la Música, con nociones sobre la extensión de las voces y reglas del Arte del Canto y principios de higiene de la voz de los niños, y presentado en enero de ese año. "Música y canto", asignatura de las Escuelas Normales de Maestros y Maestras, pues estaban separadas, se impartía todos los días lectivos desde el siglo XIX por espacio de una hora, pasando con posterioridad a tener una impartición de tres horas. Es decir, hace 120 años había un contenido musical mucho mayor que en la actualidad. La Memoria se estructura en cuatro partes cuyos títulos son los siguientes:
El texto se basó en una Real Orden vigente en el momento de su escritura, en la que se especificaban, aparte de la defensa de la memoria, ejercicios tales como la armonización de un bajete, el canto de una lección y la transposición pianística de una obra determinada. De manera compendiosa, y a través de lo expuesto por la profesora Sarfson, cuatro son las características definitorias de la Memoria: el suponer un método adecuado para las escuelas de magisterio teórico-práctico; la inclusión de procedimientos variados y la apelación a diversas formas de razonamiento; la importancia del canto en tres aspectos: técnico, intelectual y moral-estético y, para ultimar, la consideración que tenía la música como rol social. A ese respecto contamos con dos frases verdaderamente ilustrativas del propio Arnaudas que proyectó la ponente:
En 1908, año de acceso por oposición de Arnaudas a la Escuela Normal Superior de Maestros, el contenido musical dado a los futuros maestros se distribuía en dos cursos. Por esa razón, el texto defendido por D. Miguel incluye una completa organización del contenido a estudiar, es decir, se presenta una detallada programación, estando explicitados el material y contenido de cada día lectivo. Dicha meticulosidad vendría a recalcar la consideración siempre otorgada por el Maestro al arte musical. Desde los inicios del escrito se observa un gran alegato a la educación, ya que expone que nadie puede progresar sin educación e incide en el clima de respeto que siempre debe imperar en todo proceso de aprendizaje. Sus ideales educativos tienen sus raíces en la Grecia clásica, donde se consideraba que la música era un arte y un principio moral y, obviamente, en las raíces platónicas. Nombra los efectos positivos del canto, su sentido lúdico, cómo influye en el desarrollo de la concentración, el poder que acapara como medio educativo...
Quizá uno de los aspectos más llamativos de sus líneas es el modelo de enfoque pedagógico que ofrece, siendo espiral y conteniendo procedimientos variados. Coincide en numerosísimos aspectos con décadas posteriores, por lo que su vigencia resulta esclarecedora en pos de clasificarla como una auténtica obra referencial. También se muestra un convencimiento manifiesto de que la enseñanza musical, a través del contenido teórico y la práctica instrumental ó vocal, permite una gran profundización en el arte de la Música. En el caso de los niños, señala que debe haber más parte teórica que práctica, apostando, en términos generales, por un desarrollo basado en la multiplicidad, con una variedad de recursos considerable en el proceso de aprendizaje. Además, los mismos bloques de su trabajo (expresión vocal, estética, habilidades, hábitos) coinciden con los planteamientos actuales, pues son cuestiones esenciales, de igual modo que el desarrollo musical, el cual debe ser ajeno a todo vaivén político-social.
En la segunda parte de la Memoria el autor nombra aspectos formativos del canto y tocantes al cuidado que ha de tenerse con las voces infantiles. Ya en la tercera, el alagonés plantea sus reglas del arte del canto con base en la importancia de la expresión en el arte musical, la significación de la figura de Eslava, el genio y talento que ha de tener el cantante; las cuestiones mecánicas del canto y las formas de expresión. Todo lo sobredicho muestra una vez más el abundante conocimiento que poseía sobre la práctica musical y la formación vocal y cómo quiso destinar ese saber a los maestros del futuro estudiantado. En la última parte observamos una serie de indicaciones enfocadas a conservar la salud vocal de los niños, haciendo hincapié en la necesidad de tener un adecuado conocimiento encauzado a dirigir una educación vocal y numerosos aspectos inherentes a la misma, como la organización del tiempo y el espacio, la emisión, articulación, teoría, fisiología del aparato fonador y del oído, conformación del carácter... Expuso procedimientos que mantienen actualmente su vigencia, así como cuestiones que atañen al régimen alimenticio, sirviendo de ejemplificación: indicaciones dietéticas varias, la importancia de evitar los excesos e incluso aspectos relativos a las costumbres y la conducta. También recomendó no suprimir totalmente la práctica musical en la muda de la voz. En suma, el documento se basó en el plan de estudios español de 1903 y destacó por la calidad de su contenido, sobre todo en lo que respecta a la comunicación musical y los valores relativos a la misma, pues se sustenta en una concepción educativa integral, con planteamientos atemporales enfocados a mostrar la relevancia del arte del canto con un enfoque técnico, intelectual y moral-estético.
Dña. Susana prosiguió con el Tratado de Música para las Escuelas Normales, publicación de notable éxito que, para sorpresa de la audiencia, fue publicada en Leipzig en 1911. Dicho libro antecede casi dos décadas a la Colección de cantos populares de la provincia de Teruel e incluyó una metodología musical que fue conocida de primera mano por el alumnado de las Escuelas Normales españolas e hispanoamericanas durante décadas, respondiendo a la normativa vigente. En términos generales son destacables las siguientes características: una nutrida ejercitación solfística, el enfoque directo a la práctica musical escolar (canto) y la inserción de nutridos comentarios didácticos -según indicó Sarfson-. La Escuela Española, revista semanal de educación publicada y editada en Zaragoza durante ese periodo, y en la que escribían diversas personalidades de la cultura española, se hizo eco de esta publicación y, posteriormente, aludió a la alta exigencia del Maestro Arnaudas, cualidad muy representativa del músico, según la citada revista. El tratado se divide en dos volúmenes, uno dedicado a las nociones del canto en el que se incorporan partituras compuestas por los autores y otro que presenta múltiples instrucciones sobre la metodología del canto y composiciones a dos voces. Todo se circunscribe a la ejercitación solfística y los capítulos muestran una base epistemológica compleja, por lo que requieren una gran exigencia por parte del alumno. Según la docente, la obra El niño y el pájaro podría aprenderse perfectamente en una clase de música de cuarto ó quinto de primaria hoy en día.
De la repercusión internacional que tuvo el citado tratado da fe El tesoro del maestro, de Adolph Rude -publicado en español en 1937 en Barcelona y Buenos Aires y reeditado en Madrid en 1952-, mencionándose la importancia y difusión en países de habla hispana. Para ultimar, Dña. Susana detalló toda la trayectoria polifacética del Maestro Arnaudas, incidiendo en el alto valor musical y musicológico de sus aportaciones como intérprete, compositor, maestro, formador de docentes, autor de publicaciones internacionales y académico; habiendo justo antes de la finalización del acto un breve coloquio en el que se formularon media decena de preguntas.
Tras su lectura, tal y como viene siendo habitual, agradeció el trabajo de D. Emilio Gracia en la difusión del proyecto y la tarea de D. José Ignacio Iguarbe, fotógrafo y autor de todos los dípticos y carteles de las Jornadas.
La Dra. Sarfson dio comienzo a su ponencia ofreciendo numerosos datos de Miguel Arnaudas en relación a su etapa catedralicia, tales como el conocimiento en el canto llano que adquirían los infantes desde su ingreso en las escolanías y cómo algunos de éstos continuaban su formación e ingresaban mediante oposición en las organistías o magisterios de capilla (siendo puestos realmente codiciados). Asimismo destacó su etapa de segundo organista en El Pilar, sus años de tañedor en Salamanca y su puesto de maestro de capilla en La Seo desde 1896 hasta 1919. En alusión a este último cargo, incidió en la enorme carga de trabajo que conllevaba el desempeño del magisterio de capilla catedralicio, pues además de componer con elevada frecuencia siguiendo el calendario litúrgico en latín, principalmente, o en español -en menor medida-, el maestro de capilla debía regir la música en el templo y acometer la formación musical de los infanticos.
En 1908, mientras desarrollaba su magisterio musical catedralicio, el Maestro Arnaudas obtuvo por oposición la plaza de Profesor de Música de la Escuela Normal Superior de Maestros de Zaragoza con un trabajo de 187 páginas manuscritas titulado Memoria explicativa del plan, método y procedimientos para la enseñanza de la Música, con nociones sobre la extensión de las voces y reglas del Arte del Canto y principios de higiene de la voz de los niños, y presentado en enero de ese año. "Música y canto", asignatura de las Escuelas Normales de Maestros y Maestras, pues estaban separadas, se impartía todos los días lectivos desde el siglo XIX por espacio de una hora, pasando con posterioridad a tener una impartición de tres horas. Es decir, hace 120 años había un contenido musical mucho mayor que en la actualidad. La Memoria se estructura en cuatro partes cuyos títulos son los siguientes:
- Del método, plan y procedimiento para la enseñanza de la música.
- De la extensión de las voces.
- De las reglas del arte del canto.
- Principios de higiene de la voz de los niños.
El texto se basó en una Real Orden vigente en el momento de su escritura, en la que se especificaban, aparte de la defensa de la memoria, ejercicios tales como la armonización de un bajete, el canto de una lección y la transposición pianística de una obra determinada. De manera compendiosa, y a través de lo expuesto por la profesora Sarfson, cuatro son las características definitorias de la Memoria: el suponer un método adecuado para las escuelas de magisterio teórico-práctico; la inclusión de procedimientos variados y la apelación a diversas formas de razonamiento; la importancia del canto en tres aspectos: técnico, intelectual y moral-estético y, para ultimar, la consideración que tenía la música como rol social. A ese respecto contamos con dos frases verdaderamente ilustrativas del propio Arnaudas que proyectó la ponente:
- "La educación no debe estar viciada o pervertida por los poderes, los pueblos o las clases sociales, el error o egoísmo de las escuelas religiosas, políticas o filosóficas, pues así sólo deformidades puede producir en la sociedad".
- "Uno de los medios educativos más poderosos y, por tanto, del que en modo alguno puede prescindirse al dirigir la educación, es el sentimiento de lo bello".
En 1908, año de acceso por oposición de Arnaudas a la Escuela Normal Superior de Maestros, el contenido musical dado a los futuros maestros se distribuía en dos cursos. Por esa razón, el texto defendido por D. Miguel incluye una completa organización del contenido a estudiar, es decir, se presenta una detallada programación, estando explicitados el material y contenido de cada día lectivo. Dicha meticulosidad vendría a recalcar la consideración siempre otorgada por el Maestro al arte musical. Desde los inicios del escrito se observa un gran alegato a la educación, ya que expone que nadie puede progresar sin educación e incide en el clima de respeto que siempre debe imperar en todo proceso de aprendizaje. Sus ideales educativos tienen sus raíces en la Grecia clásica, donde se consideraba que la música era un arte y un principio moral y, obviamente, en las raíces platónicas. Nombra los efectos positivos del canto, su sentido lúdico, cómo influye en el desarrollo de la concentración, el poder que acapara como medio educativo...
Quizá uno de los aspectos más llamativos de sus líneas es el modelo de enfoque pedagógico que ofrece, siendo espiral y conteniendo procedimientos variados. Coincide en numerosísimos aspectos con décadas posteriores, por lo que su vigencia resulta esclarecedora en pos de clasificarla como una auténtica obra referencial. También se muestra un convencimiento manifiesto de que la enseñanza musical, a través del contenido teórico y la práctica instrumental ó vocal, permite una gran profundización en el arte de la Música. En el caso de los niños, señala que debe haber más parte teórica que práctica, apostando, en términos generales, por un desarrollo basado en la multiplicidad, con una variedad de recursos considerable en el proceso de aprendizaje. Además, los mismos bloques de su trabajo (expresión vocal, estética, habilidades, hábitos) coinciden con los planteamientos actuales, pues son cuestiones esenciales, de igual modo que el desarrollo musical, el cual debe ser ajeno a todo vaivén político-social.
En la segunda parte de la Memoria el autor nombra aspectos formativos del canto y tocantes al cuidado que ha de tenerse con las voces infantiles. Ya en la tercera, el alagonés plantea sus reglas del arte del canto con base en la importancia de la expresión en el arte musical, la significación de la figura de Eslava, el genio y talento que ha de tener el cantante; las cuestiones mecánicas del canto y las formas de expresión. Todo lo sobredicho muestra una vez más el abundante conocimiento que poseía sobre la práctica musical y la formación vocal y cómo quiso destinar ese saber a los maestros del futuro estudiantado. En la última parte observamos una serie de indicaciones enfocadas a conservar la salud vocal de los niños, haciendo hincapié en la necesidad de tener un adecuado conocimiento encauzado a dirigir una educación vocal y numerosos aspectos inherentes a la misma, como la organización del tiempo y el espacio, la emisión, articulación, teoría, fisiología del aparato fonador y del oído, conformación del carácter... Expuso procedimientos que mantienen actualmente su vigencia, así como cuestiones que atañen al régimen alimenticio, sirviendo de ejemplificación: indicaciones dietéticas varias, la importancia de evitar los excesos e incluso aspectos relativos a las costumbres y la conducta. También recomendó no suprimir totalmente la práctica musical en la muda de la voz. En suma, el documento se basó en el plan de estudios español de 1903 y destacó por la calidad de su contenido, sobre todo en lo que respecta a la comunicación musical y los valores relativos a la misma, pues se sustenta en una concepción educativa integral, con planteamientos atemporales enfocados a mostrar la relevancia del arte del canto con un enfoque técnico, intelectual y moral-estético.
Dña. Susana prosiguió con el Tratado de Música para las Escuelas Normales, publicación de notable éxito que, para sorpresa de la audiencia, fue publicada en Leipzig en 1911. Dicho libro antecede casi dos décadas a la Colección de cantos populares de la provincia de Teruel e incluyó una metodología musical que fue conocida de primera mano por el alumnado de las Escuelas Normales españolas e hispanoamericanas durante décadas, respondiendo a la normativa vigente. En términos generales son destacables las siguientes características: una nutrida ejercitación solfística, el enfoque directo a la práctica musical escolar (canto) y la inserción de nutridos comentarios didácticos -según indicó Sarfson-. La Escuela Española, revista semanal de educación publicada y editada en Zaragoza durante ese periodo, y en la que escribían diversas personalidades de la cultura española, se hizo eco de esta publicación y, posteriormente, aludió a la alta exigencia del Maestro Arnaudas, cualidad muy representativa del músico, según la citada revista. El tratado se divide en dos volúmenes, uno dedicado a las nociones del canto en el que se incorporan partituras compuestas por los autores y otro que presenta múltiples instrucciones sobre la metodología del canto y composiciones a dos voces. Todo se circunscribe a la ejercitación solfística y los capítulos muestran una base epistemológica compleja, por lo que requieren una gran exigencia por parte del alumno. Según la docente, la obra El niño y el pájaro podría aprenderse perfectamente en una clase de música de cuarto ó quinto de primaria hoy en día.
De la repercusión internacional que tuvo el citado tratado da fe El tesoro del maestro, de Adolph Rude -publicado en español en 1937 en Barcelona y Buenos Aires y reeditado en Madrid en 1952-, mencionándose la importancia y difusión en países de habla hispana. Para ultimar, Dña. Susana detalló toda la trayectoria polifacética del Maestro Arnaudas, incidiendo en el alto valor musical y musicológico de sus aportaciones como intérprete, compositor, maestro, formador de docentes, autor de publicaciones internacionales y académico; habiendo justo antes de la finalización del acto un breve coloquio en el que se formularon media decena de preguntas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario